¡Gracias, Vida!
Ana A. Millás
Desde niña supe que quería ser fallera.
Desde niña estuvo muy presente ese deseo.Pasaron los años, no decreció ni la esperanza ni las ganas.Mas no fue sino mucho después que llegó el momentode ver cumplido aquel tan soñado y esperado anhelo.
Tras casarnos, mi marido, sabedor de aquella ilusión,me apuntó, nos apuntó, a una falla de “Benicalap”.Se acercaba el mes de marzo, y llegaba una sorpresa...Mi primer traje, se me quedaba pequeño…En mi primera ofrenda, no desfilé sola...Llena de vida, ilusionada y embarazada,me presenté, ante los pies de la Mareta.Des de su catafalco, ella me sonrió con dulzura,Henchida de gozo, agradecida, le devolví la mirada...¡Aquí estoy Mareta, por fin, hemos llegado!
Desde entonces, cumplido, mi sueño de infancia,no solo tuve otro hijo, llegaron también,nominaciones, premios de Teatro, un Saragüell.Reconocimientos literarios, recompensas falleras.Se materializó otro sueño, ser Fallera Mayor,de una comisión que, desde el primer momento,me acogió con los brazos abiertos.¡Gracias, falla “El Clero”!
Los años, la vida siguió discurriendo...Este año llegó otra recompensa anhelada,el Bunyol d’Or en Fulles de Llorer i Brillants.El culmen de una trayectoria a toda una vida fallera,otorgada además en fecha grandemente señalada,el centenario de la Falla, que me acogió en Russafa.
Mi corazón, mi espíritu, mi alma se regocijan,se desbordan, se llenan de amor, de ilusiónpor la fiesta grande de Valencia, las Fallas.
Un sentimiento, una pasión compartida.¡Gracias, por los sueños cumplidos!¡Gracias, Vida!
Desde niña estuvo muy presente ese deseo.