El verano de 2014, dentro de su programa de Fiestas Patronales, se celebró una velada literaria en Macastre* para celebrar el primer centenario de la muerte del escritor Manuel Millàs Casanoves. La numerosa presencia de vecinos en la plaza de la Iglesia, dispuestos a escuchar versos y escenas de su teatro, da la medida de que en la memoria de los macastreños siguen vivos el afecto y el reconocimiento por el creador del sainete Sota, cavall i rei y del libro de poemas costumbristas Pampiroladas
También se descubrió un rótulo con una calle a nombre del escritor
El acto Cultural estuvo dividido en dos partes, una tertulia animada por especialistas y una lectura de poesías y escenas teatrales...
Tuve el placer de colaborar en la lectura de diferentes poesías y rimas de mi bisabuelo.
En este enlace, página de Jaime Millás, podréis encontrar más información y fotos.
Velada Literaria
*Macastre fue destino de moda para vacaciones estivales y excursiones entre
destacados personajes de la Renaixença. El dramaturgo Escalante dirigió
desde este pueblo a su buen amigo Teodor Llorente una sugerente carta en
septiembre de 1882, que decía: desde este ameno retiro, desde estas frescas
montañas y estos pintorescos sitios, descansando sobre un lecho de romeros y
tomillos a la bienhechora sombra de un frondoso y verde pino le escribo a
usted la presente, fet com se sol dir, un chicho.
El célebre patriarca de las
letras valencianas, años después, tuvo la oportunidad de organizar una
excursión por la comarca de la Hoya de Buñol, acompañado por destacados
socios de Lo Rat Penat. La crónica viajera que escribió en Las Provincias el 18
de septiembre de 1901, destacaba que los veraneantes Millás, Ayoldi y Ortiz
Sagreras les recibieron afectuosamente en Macastre, y se refería a otros
ilustres residentes, algunos ya fallecidos, como Rafael Ferrer i Bignè,
Escalante, José Brel y Salustiano Asenjo, que también fueron vecinos
habituales del pueblo en los veraneos de años atrás. ¡Con cuanta satisfacción,
mezclada de tristeza, oíamos a aquellos campesinos hablar con cariño, como
gente de casa, de tan buenos amigos!, escribió Llorente.